lunes, 23 de marzo de 2015

Buenas, como veis, por seguir la tradición, he dejado totalmente colgado y abandonado esto. Muy yo, vamos. Pero hoy vuelvo, única y exclusivamente para molestar y desahogarme, porque estoy en temporada baja y necesito hacerlo de alguna manera. Siento mucho que seáis vosotros (en el caso de que alguno me lea) los que aguantéis esta mierda, aún estáis a tiempo de cerrar la página e iros a beber una cerveza.
Sea como sea, si sigues leyendo, te he avisado, así que lo que suceda a partir de ahora, las perversas y compasivas imágenes que se formen de mí en tu cabeza, los repulsivos sentimientos e ideas que puedas desarrollar hacia mí, ya no son mi culpa.

Y aquí empieza mi ida de olla.

Soy genial. En serio, no te rías, soy jodidamente genial… para una noche. A corto plazo, más o menos de 24 a 48 horas, soy una pasada. Soy divertida, agradable, atrevida y si me apuras, hasta puedo llegar a ser sexy. No me cabe ningún tipo de duda de que si pasas un día (o una noche) conmigo, lo más seguro es que te vayas a reír y te lo pases hasta bien, porque trataré de que así sea, y se me suele dar bastante bien conseguir lo que quiero.
Así que esa premisa ya la tenemos. Soy un fantástico rollo de una noche, una increíble compañera de fiestas y borracheras. Siempre y cuando desaparezca. El problema, es que a veces no desaparezco. Y es que a mí me pasa como a Cenicienta, a las 00:00 se me acaba la magia. Y cuando se acaba, prepárate, porque si sigues ahí (aunque lo dudo) estás jodido.
Sí, porque yo, a largo plazo, soy un horror. A largo plazo aparecen las cosas, tal y como son, sin ningún tipo de maquillaje. Lo que era diversión, se convierte en una cubierta para mi miedo, todo el atrevimiento inicial desaparece, y me quedo en algo tímido y pequeño, y lo de sexy, en fin, para echar de comer a parte. Y eso, en apenas una semana, que si esperas más, va a peor.
Si esperas, verás que estoy un poco loca. Que tengo muchísimos temores y complejos, y que me atormentan cada día y cada noche. Es como ir jugando a destapar partes de mí. Una te revela que me dan miedo los rayos por la noche. Otra, que aunque ya tengo casi 20 años sigo saltando las baldosas de colores por la calle. Otra, que tengo que comer siempre un número par de pipas, de galletas, de onzas de chocolate, de cachos de pizza o de lo que sea. Otra, que me da vergüenza preguntar cosas a los dependientes de las tiendas. Y así todo. Vamos, que soy penosa.
Y sinceramente, eso no merece la pena. A largo plazo yo no soy una chica divertida, ni extrovertida, no sé hacer reír a la gente ni hacerles creer en la magia que yo veo en las cosas pequeñas. No sé explicar por qué las 00:00 es una hora tan importante para mí. Así entre tú y yo, soy bastante inútil. Soy capaz de ver como todo se cae y se desmorona sin mover un solo dedo, y perder todo por lo que he luchado sin inmutarme, sólo porque quizás, si me muevo, alguien me diga algo, alguien me riña, y eso sería demasiado horrible.
Así que ya ves, soy jodidamente genial.

Y bueno, después de esto, a lo que titularé sin duda alguna como Ida de pinza numero 1, me siento un poco más desahogada. No, es broma, mi vida sigue siendo penosa. Pero oye, parece que como al desquiciar a los demás, al tocarles los cojones, todo mejora un poco. Nah, tampoco, os tengo demasiado cariño como para poder disfrutar de molestaros. Así que bueno, puede que tras publicar esta entrada (si lo hago, aún no estoy muy segura de ello) desaparezca de la faz de la tierra, porque es una de las cosas más personales que he enseñado nunca  a nadie, y ya empiezo a tener miedo. Si es que ya lo digo arriba, soy gilipollas. Pero bueno, si habéis/has llegado hasta aquí, gracias por aguantar todo esto, esta tremenda parrafada de mierda, y un saludo. No te mando un beso, que no sé quien eres.

1 comentario:

  1. No estoy de acuerdo. Eres divertida a corto plazo, sí, pero también lo eres a largo. Yo disfruto constantemente de tu compañía y de tus tonterías, de lo exaltada que eres para unas cosas y lo tímida que eres para otras. Eres contradicciones, como cuando vienes con un vestido rosa de niña adorable y una chaqueta de cuero negra, y eso es maravilloso. Tus más, tus menos, tus idas y venidas, tus estoy loca aunque a veces muestres cordura y tus estoy cuerda cuando muestras locura.
    Eso eres tú, una contradicción, una maravillosa contradicción. No eres algo de 24 horas, tampoco de 48. Eres un 24/7, ya me entiendes, un siempre.

    Un beso.

    Pdt.: Yo te leo con amor.

    ResponderEliminar